Las manos tibias de Aretha Franklin
La piel eterna sobre perennes hojas otoñales...
En el medio, una garuga. Donde el agua vuelve a reposar en
cada lágrima, en cada suspiro.
Suspiro de pesares y amores
La esperanza de cambiar, con perfumes de tango y soul
Y vos dubitativa, extrañando los abrazos del alma, con las
manos tibias de un encuentro cercano.
En el horizonte se visualiza una meta. Pero si supieras que
tan rápido correr, tu busqueda se detendría. Si pensaras por cuanto tiempo,
tendrías frio.
Y vos sola, con tu
aliento que defiende próximos posibles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario