Glasper y su extraña relación con el fuego

Los papeles nuevos

Se mezclan con los viejos amarillentos.

Todos parecen tener el mismo destino, un encuentro con el fuego.

Un fuego incapaz de reconocer las diversas tintas.

Pero, en su ignorancia dejo ahogarse poco a poco con la angustia de lo creativo.

Al vacio (trio) de Criaturas

Sin techos posibles

Estamos oxigenados

Por el aire de la montaña

Interpelados por las comisuras del encuentro

Y algo que se desarrolla, que de a poco se va desarrollando.
Nos muestra lo oculto de la canción.

Es la hora de cerrar los ojos y salir a caminar.

No olvides, que todas las criaturas comparten el mismo hogar.

Mundos Casazza

El mundo pareció que se iba a quedar así.

Es decir así como estaba.

Silencioso y solitario

Lleno de piedras

Pero la tierra tenía que ser habitada.

Y la primer gota de lluvia genero los primeros oleajes en el mar.

Madre del viento.

Y de pronto un ser se transformo en humano al escuchar la estrofa del lugar en que nació.

Pasado y Bernardo Monk

Hoy, mañana y pasado

Somos el juez y el juzgado

Tango y jazz

La parte y el todo
Nos propusimos sin quererlo mirar lo importante, olvidando lo urgente

Hoy, parte, tango, urgente...

Colosos Jazzeros

Un nuevo coloso se mueve en la tierra.

Los océanos tiemblan

Los instrumentos bailan al son hereje

Y estos monstruos comen asado

Mientras un disco suena y se cuela en los laberintos de la oreja.

¿Qué más pedir?

Quizá un deseo sonoro.

Sonidos y Palabras Julian Solarz

Hay un algo que rebota

Entre las paredes

Entre las orejas

Ese sonido intolerantes se la tiene jurada desde hace un tiempo a las palabras

Porque ellas no se dejan a atrapar

Hacen lo que quieren porque tienen que hacer lo que quieran

Pero un día, un conjunto de personas

Se pusieran la  misión de unir

De armar amoríos

Entre las palabras

Y los sonidos

Sin embargo todavía encontramos  a los celosos del silencios

Mitad de Cuadra, Calle Nicolás Ojeda

La fuerza del agua, busca caminos inexplorados.

Que no pertenecen a nadie, son de todos y de ninguno.

Esa fuerza se mete entre las piedras y produce sonidos sospechosos.

Tan misteriosos que asustan.
Tan misteriosos que enamoran.

Se encontraron generando, creando.

El barrio escucho, se quedo en silencio.

Misterio, fuerza y sonido se quedaron infinitamente jugando en la mitad de cuadra.

Llego la hora de perder a Cecilia Quinteros

Llego la hora de perder

Algo más…

Llego el momento de atraverse a caminar sin respirar

A pensar sin reflexionar…

La tensión de la atención va a colaborar para derrumbarnos

En un piso fresco sin alfombras

En una melodía sin retorno

Y, acostados, sin necesidades

Ahí seremos aquello que nunca tuvimos ni hora ni momento

Pasillos de Marcelo Sasso

Macerando el tiempo

En momentos extraños

Caminamos por pasillos

Para llegar al dormitorio.

Con una ventana

Que muestra una vez más

Un horizonte distinto cada noche.

Somos

Pájaros de paso

Ondas de Santiago Leibson

Péndula de un lugar a otro.

Con movimiento, sin resistencia marca un contorno.

Con estilo, con swing.

Los movimientos son ondas que por su característica cambian las cosas.

Y cuando cambiamos, ya nos volvemos...

Nucleos de Paula Shocron

Escucha. Sentí y volver a escuchar parece ser la forma de extrapolarse.

Porque el sendero que nos tocó transitar esta poco iluminado, y decidimos conjuntamente entregar al peón para preservar el alfil y luego al caballo.

Porque somos nuestro propio núcleo en expansión constantes.

Por todo eso, nos comunicamos en los fallidos, en los errores, en nuestras propias contradicciones.

Ballenas con Pasajeron Luminosos

En el interior del corazón de la ballena existe un espacio, no tan grande, no tan pequeño.

Pero allí, se encuentra la única superficie en todo el mundo en el que no caben los resentimientos.

Porque ellas, las ballenas son enormes.

Son gigantes.

Y la ballena, es quizás la única reina que aprendió a avanzar por siempre.

Contradicciones de Octafonic

Posibilidades de nada.

Deseo de nada.

Rompe con inútiles egos que manosean el cuerpo y menosprecian el vínculo.

Pero en la contradicción nos sumergimos.

A veces buenas personas, a veces malos tipos.

Mermamos en viejos vericuetos de una  corte sin juicio.

Viaje de Bandurria de Sebastian de Urquiza

En pleno viaje de la bandurria, levanta las alas, pero ya su pico se dirige a la tierra.

Una costumbre totalmente natural de este tipo de animales.

Aun así me suena extraño, que ellos se manejen por el instinto, se manejan para buscar lo que hay. En cambio nosotros siempre buscamos lo que falta, y nos lleva a la insaciable mirada financista de la historia.

Estamos rodeados, pero todavía no nos damos por vencido, quizás nunca lo haremos.

Pero necesitamos ese trozo de cielo, esa mirada de estrellas, una belleza que no se refleje en el papel aluminio sino que se interrogue insatisfechamente.

Estamos cansados de hacerle frente, es cierto. Pretendemos que nada de estos sucede, y buscamos a parentescos familiares para sentirse mas abrazado, susurrando que es solo una ilusión y que nada esta pasando.

Y Aunque busquemos en los espacios más artificiales eso que nunca vamos a tener, siempre tenemos a pico aquello que la tierra nos da.

Tomenta Masekela

Las tristes estabilidades nos mantienen con vida.

No aclaran, sino que complican.

Y en ese lago ventoso, nos dejamos llevar por los rayos y tormentas.

Podemos abstenernos de todo menos de intervenir.

Porque los maestros no deben darse el lujo de ser viejos.

Imaginemos con Marco Sanguinetti

Cuando vuelen las aguas.

Cuando mojen los vientos
tendremos tiempos para dialogar

Pensar que pensamos.

Sentir que sentimos.

Nos encontramos una y otra vez porque queremos, lo necesitamos.

Pero las ventanas, son ese espacio en el que las brisas mojan y refrescan. Donde nos encontramos. Donde imaginamos.

Un comienzo solo eramos sonidos

En un comienzo solo los aires generaban los sonidos

.

Espantados de la rutina, los dioses crearon a los humanos para que sus delirios generen música.

La música siempre fue cambiando, pero las personas también.

Y el poder logro hacer eslabones ficticios, de donde algunos pocos pudiesen mirar a la multitud que quedaba por debajo.

Pero todos, absolutamente todos, volvemos donde fuimos felices, donde comenzamos a contar.

 Es por esta razón, que los oprimidos generaron las más lindas melodías, con aroma a marginalidad, a traición, a historia con gritos y silencios.