En el interior del corazón de la ballena existe un
espacio, no tan grande, no tan pequeño.
Pero allí, se encuentra la única superficie en todo el mundo en el que no caben los resentimientos.
Porque ellas, las ballenas son enormes.
Son gigantes.
Y la ballena, es quizás la única reina que aprendió a avanzar por siempre.
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