Jaco Pastorius 1976

Si el bajo siempre fue tocado, si el que habla es el músico ¿Qué pasaría si el objeto, si el objeto se pusiera a hablar? ¿Si el bajo contara sus historias?¿Sus anécdotas?

En agosto de 1976 paso algo mágico, los trastes se escaparon de la regla de un músico.

Las cuerdas vibraron fuera del alfa y del beta.

Ese bajo algo tenía que decir. Esa vida algo quería comentar.

Pero cuando los dedos se movieron algo continuo su ritmo sin necesidad de tiempos, sin necesidad…

Y así continuo con el orgullo de la perdida, con la milagrosa mirada del asombro.
Sin musgo, sin límites ni fronteras, ni murallas.

Sin darnos cuenta caminamos en un sentido diferente, en un sentido diferente al tiempo

Para brillar en lo efímero.

El ritmo de Benny Goodman

Diálogos entre cortinas.

Sonrisas labiodentro, pestañas que no se saludas.

Y mientras tanto un salto que no cae, infusionando la vida de un alucinado  misterio, donde el encantado soñador se transformó en realidad. Culminado de glorias, de epopeyas.

Una siesta que pretende un sincopado insaciable.Permutando de esta manera la frontera de lo inesperado.

Él, sin saberlo nos transformó literalmente, sin ni siquiera pedir permiso.

Nos llevó a una salida sin tiempos.

Un reloj sin hora.

Una vida con ritmo.

Lo disruptivo de Tommy Flanagan

La búsqueda incansable de la frase.

Con su tranquilidad hacia el cambio le diste sentido a tu palabra.

Con u simple aparatejo, le dejamos custodiar nuestra vida (la suya, la de todos, para que nuestra zona de desarrollo melódico se altere por siempre.

Y despertando en una triste soledad se olvido del futuro, eliminando los pasados posibles.

Pero Mientras tomo un té, gestiono lo disruptivo.

Las manos tibias de Aretha Franklin

La piel eterna sobre perennes hojas otoñales...

En el medio, una garuga. Donde el agua vuelve a reposar en cada lágrima, en cada suspiro.

Suspiro de pesares y amores

La esperanza de cambiar, con perfumes de tango y soul

Y vos dubitativa, extrañando los abrazos del alma, con las manos tibias de un encuentro cercano.

En el horizonte se visualiza una meta. Pero si supieras que tan rápido correr, tu busqueda se detendría. Si pensaras por cuanto tiempo, tendrías frio.

 Y vos sola, con tu aliento que defiende próximos posibles.