miércoles, 30 de diciembre de 2015

Dedos sin Manos, destino de Horacio Fumero

Calles que vienen y van.
Lugares sin destino o con muchos a la vez


No importa,
Día o noche
Oscuro o encendido
no tiene importancia


Siempre suena un contrabajo en el bicho musical
ese que te hace feliz
o por lo menos acaricia la felicidad


La ciudad es muy grande para orientarse
Caminar hacia un sin fin de sentidos
De descubrimientos sensoriales


Casas viejas, edificios nuevos
patios de inviernos, comunes, verde.


Una pileta sin agua, con escalones angostos
Sin tropezar, para caer


Gritar y aún así encontrar
Ese sonido que nos eleva
Y visualiza todo lo que es para alguien que apenas puede ver.


Ver todo para perderse, extraviarse, siendo esto lo único necesario

Dedos sin manos que nos descubren, té descubre.



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