Melodías o palabras silenciadas por los años de felicidad
En una mano un martini seco y en la otra algo que suene
Tomar dos o tres tragos
Ya no importa
Porque no necesita de ninguna ayuda para transportarte a otro plano
Al de la creatividad, que brota por cada uno de los poros de su cuerpo
Nunca pregunto porque, simplemente aceptó ese don divino
Solo el encuentro con la humildad lo ayudó a superarse constantemente
Ir hacia un camino de nuevos encuentros
de nuevas preguntas.
El don que parecía una bendición, terminó siendo algo pesado
Saber que no hay una respuesta a los cuestionamientos internos
Es una vista difícil de apreciar en su complejidad y hermosura